Hasta hace
unas décadas la drogadicción se consideraba un problema moral y de falta de
voluntad, hoy se conoce como una enfermedad y se sabe cómo tratarla.
Casi todos
hemos conocido algún caso de adicción, personas que son adictas al alcohol, al
cigarro, a medicamentos o alguna droga ilícita, todas estas adicciones provocan
la misma reacción química en el cerebro.
Hoy en día
esta adicción de define como una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda
y el uso compulsivo de una sustancia a pesar de saber los daños que ocasiona.
Cuando la
ciencia comenzó a estudiar la conducta adictiva en los años 30 se pensaba que
las personas adictas a las drogas y al alcohol tenían moralidad deficiente y
carecían de fuerza de voluntad. Pero a raíz de importantes descubrimientos que
iniciaron en la última década, se ha ido transformando nuestra forma de pensar
de las adicciones y la imagen del adicto. En entrevista la Dra. Maria Elena Medina, investigadora mexicana, observo
en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas del cerebro
y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la cocaína y
los opioides.
La adicción
se considera hoy una enfermedad del cerebro por que las drogas modifican la
química, la estructura y el funcionamiento de este órgano.
La adicción
es una enfermedad que progresa por etapas, en la primera etapa las personas
utilizan alguna sustancia para alcanzar la euforia que brindan, el cerebro
empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de
dependencia.
Cuando se
abusa de las drogas se alteran algunas zonas del cerebro como el tallo cerebral,
que controla el ritmo cardiaco, la respiración, el sueño; la corteza cerebral,
que procesa la información sensorial y nos permite pensar, planear, resolver
cuestionamientos, y tomar decisiones, y el sistema límbico, donde se aloja el
llamado circuito de recompensa del cerebro.
Al ingresar
las drogas al cerebro obstaculizan su sistema de comunicación e interfieren en
el proceso normal de intercambio de información neuronal. La estructura química
de las drogas como la marihuana o la heroína es tan similar a la de un
neurotransmisor natural, que los receptores las aceptan como si fueran el mismo
neurotransmisor. La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un
neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las
sensaciones de placer. El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las
recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente e las dosis masivas de la
droga, así cuando falta esta, el cerebro ya no cuenta con la dopamina
suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo
que conduce a la apatía y a la depresión.
Ciertas
investigaciones muestran que la tolerancia a las drogas puede generar cambios
muy profundos en las neuronas y en los circuitos cerebrales, con efectos que
pueden ser graves.
Según Maria Elena
Medina hay sustancias que por si mismas son muy adictivas; por ejemplo la
heroína. Desde que se usa por primera vez provoca una modificación estructural
del cerebro. Otras sustancias adictivas como el alcohol, el cigarro y l
benzodiacepina producen dependencia muy rápido en las personas propensas.
Pero para
que se produzca una adicción no importa lo adictiva que sea la droga, su
disponibilidad y lo aceptable que la considere la sociedad. La primera vez que
bebemos el efecto es fuerte, luego crece la tolerancia y aunque mucha gente
controla su uso, ese control se pierde en los adictos.
No hay una
edad que se considere como estándar para el uso de las drogas, ya que esta
puede iniciar desde temprana edad.
Se está
trabajando de igual manera en leyes y para la regularización del uso de la marihuana
con carácter medicinal, pero todo este asunto, confunde a los jóvenes como lo
dice la dra Medina]; además es un riesgo que ocurra con ella lo mismo que con
algunos medicamentos para aliviar el dolor, que pueden causar fuertes
dependencias.
Todas las
adicciones pueden tener graves consecuencias para la salud y las relaciones humanas
y por tanto para el bienestar personal, familiar y social. Este trastorno
afecta varios circuitos cerebrales, como la relación don el aprendizaje, con la
memoria, con el control de emociones, con la toma de decisiones; son varios
circuitos y todos interactúan entre si y muestran una disfunción en el adicto.
Siendo adicto
se corre también el riesgo de sufrir o infligir en otras personas algún daño no
intencional, o de incurrir en actos de violencia o delitos por influencia de las drogas o de la
abstinencia.
Los
tratamientos para las personas adictas debe definirse por personas, el tipo de
sustancia, el ambiente en el que vie y sus recursos, internos y externos. No se
intenta resolver únicamente el problema bioquímico, sino considerar al
individuo y su contexto: su familia y su lugar de trabajo.
Pero para no
llegar a necesitar tratamiento, Rubén beler, propone la prevención universal,
que consiste en evitar todo lo que sabemos que es dañino para tratar de
promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo, todo lo que promueve un
ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de
sustancias.
REFLEXION
Por qué has elegido este tema?
Me pareció
interesante desde el titulo, y el saber identificar lo que conllevan las
adicciones para el organismo y la manera en la que influye en el cerebro y las
consecuencias que se pueden tener por el consumo de las drogas.
De donde partiste para empezar a
escribir?
Empecé por
leer todo el texto, posteriormente empecé a subrayar los elementos principales
o mas relevantes de la lectura, para después iniciar con la redacción de la
misma.